US Geological Survey

 

Date of this Version

2-4-2021

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This is an unpublished manuscript having a DOI of: 10.13140/RG.2.2.30889.95842

Revised version February 4, 2021.

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Copyright 2021 Larry V. Benson and Richard W. Loose

Abstract

A new paradigm of the Chacoan world is presented, wherein Chaco Canyon is considered to be a mostly unoccupied architectural complex that functioned primarily as a pilgrimage destination. Chaco was the political, religious, and social focal point of people living in outlying regions. The resident population of the Canyon consisted of a small number of caretakers, charged with maintaining great house structures, food supplies, and their ceremonial contents. Chacoan chiefdoms were mostly located in large, well-watered, agriculturally-based communities situated at the base of mountains that ring the San Juan Basin, e.g., the Chuskas. Chiefly elites lived year-round in those areas, but during pilgrimages they occupied Canyon great houses associated with their respective dynasties, whereas their subjects occupied small houses situated on the Canyon floor. Not having 2000 people in the Canyon renders large-scale irrigated agriculture and massive importation of food unnecessary and provides an adequate explanation for the small number of burials found in the Canyon.

Se presenta un nuevo paradigma del mundo chacoano, en el que el Cañón del Chaco es considerado como un complejo arquitectónico mayoritariamente desocupado que funcionaba principalmente como destino de peregrinación. Chaco fue el centro político, religioso y social de las personas que viven en regiones al aire libre. La población residente del Cañón consistía en un pequeño número de cuidadores, encargados de mantener grandes estructuras de casas, suministros de alimentos y su contenido ceremonial. Las jefaturas chacoanas se encontraban principalmente en grandes comunidades agrícolas bien regadas situadas en la base de montañas que anillan la cuenca de San Juan, por ejemplo, los Chuskas. Principalmente las élites vivían durante todo el año en esas áreas, pero durante las peregrinaciones ocuparon grandes casas del Cañón asociadas con sus respectivas dinastías, mientras que sus súbditos ocupaban pequeñas casas situadas en el suelo del Cañón. No tener 2000 personas en el Cañón hace que la agricultura de regadío a gran escala y la importación masiva de alimentos sean innecesarias y proporciona una explicación adecuada para el pequeño número de entierros encontrados en el Cañón.

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